BLACK MIRROR: SERIE SOBRE LAS REDES SOCIALES Y TECNOLOGIA QUE NO PUEDE DEJAR DE VERSE
Black Mirror es una muy recomendable serie británica de ciencia ficción. En general los episodios ocurren en un futuro muy cercano (te da la sensación de que los avances tecnológicos que se muestran en pantalla podrían estar disponibles a la vuelta de la esquina) e incluso algunos podrían ocurrir en el presente.
Tu historia completa, el tercer y último episodio de la primera temporada, plantea una cuestión muy original y atractiva : ¿Qué pasaría si todos nosotros tuviésemos implantado en nuestro cuerpo un chip, un dispositivo que nos permitiese grabarlo todo, lo que vemos y lo que oímos, y llevarlo siempre con nosotros, como un gran disco duro, con todo accesible y clasificado, de forma que cuando lo deseáramos pudiésemos recordando, reproduciendo, dónde y cuando queramos, las partes que nos apeteciesen? A priori, parece algo muy útil, pero ¿cómo lo usaríamos? ¿Se obsesionarían algunos con sus “mejores momentos” del pasado y los estarían viendo siempre?
Por cierto, vale añadir que el actor Robert Downey, Jr. (protagonista de Iron Man), ha adquirido los derechos del episodio Tu historia completa, para hacer una posible adaptación cinematográfica por Warner Bros. y su propio equipo de producción, la compañía Team Downey
En un mundo completamente dominado por los teléfonos inteligentes, los portátiles y las tabletas, en las que todos estamos permanentemente conectados a redes sociales en los que llegamos a volcar parte de nuestra existencia, una parte virtual, ¿qué pasaría si existiese un programa que permitiese simular virtualmente esa personalidad a partir de los miles de comentarios y posts que una persona ha ido dejando en las redes? ¿Y si además de simular sus pensamientos y su personalidad hasta el punto de poder contestar correos electrónicos o de mantener una pseudoconversación coherente por chat, se pudiese simular su voz, o su imagen y sus gestos a partir de los cientos de videos que la persona ha ido subiendo a la red?
Nuevamente a priori podría llegar a ser un servicio muy útil, por ejemplo para recordar a personas fallecidas, y que sus seres queridos puedan, al menos virtualmente, tenerlas presentes e interactuar cuando ya no están entre ellas.
Oso Blanco es uno de los episodios más perturbadores pero no por ello deja de ser un episodio buenísimo por la temática tratada y por el estilo narrativo.