CORALINE
Neil Gaiman también subrayaba el lado oscuro de la infancia en su novela «Coraline», donde la joven Coraline se adentraba en un mundo paralelo mediante una misteriosa puerta de entrada que reflejaba siniestramente su propia realidad. Debido a su éxito fue convertida en novela gráfica con las ilustraciones de P. Graig Russell y en película de animación gracias al talento de Henry Selick, director de «Pesadilla antes de Navidad» (1993).
Uno de los mayores aciertos de «Coraline» fue la creación de una realidad paralela en la que la protagonista veía realizados todos sus deseos y anhelos infantiles. En ese mundo sus padres eran terriblemente «encantadores».
Este cuento de hadas oscuro tomaba influencias de los cuentos de hadas («Hansel y Gretel»), del terror gótico (casas encantadas y espíritus), de los clásicos del fantástico («Alicia, a través del espejo») y de las películas fantásticas de los ochenta («Poltergeist», «Dentro del laberinto» o «Beetlejuice»).