DRACULA INTERPRETADO POR EL MEJOR DE TODOS LOS TIEMPOS: BELA LUGOSI
Ante mí se presentó un anciano de alta estatura, recién afeitado, con excepción de un largo bigote. Se hallaba ataviado de negro desde los pies hasta la cabeza y en su persona no se destacaba otro color. En una mano sostenía una vieja lámpara de plata, cuya llama lucía sin protección de cristal alguno, vacilando bajo la corriente de aire. La luz proyectaba fantasmales sombras a su alrededor.