EL DESDOBLAMIENTO DEL TIEMPO Y NUESTROS YOS


Hoy vamos a hablar de Jean-Pierre Garnier Malet, el cual es el descubridor de la interesante y práctica teoría del desdoblamiento del tiempo.

En dicha teoría él afirma que todo tiene su “doble”. Esto ha sido avalado, por ejemplo, en el sistema solar y al nivel de las partículas. En el universo todas las partículas están desdobladas, todas las estrellas, todas las galaxias tienen su doble, y como nosotros somos un conjunto de partículas, entonces surge la pregunta: “¿dónde están las partículas desdobladas?. Si yo soy un saco de partículas, en una piel física, ¿dónde están las partículas desdobladas de mi saco?“. Estas partículas desdobladas son una extensión de la persona basada en esta regla universal.


Somos seres multidimensionales, y según la teoría del desdoblamiento del tiempo, nuestros “yoes” habitan en diferentes dimensiones pero no son conscientes [de lo que hacen] los unos de los otros, pues las diferencias de vibración de cada dimensión hace que sea imposible verse. Uno de nuestros yoes que vive en un futuro va a una velocidad mucho más rápida que la que experimentamos nosotros en esta dimensión (la llamada tercera dimensión). Por otro lado, nuestro yo del pasado vive en una dimensión más lenta que en la que habitamos nosotros en nuestro presente.
Según esta interesante teoría, demostrada científicamente (así que no es un asunto de fe, sino de informarse de lo que ya ha sido comprobado y demostrado), cada vez que tenemos un pensamiento sobre algo que puede ocurrir, estamos creando un posible potencial futuro. Todo eso no se pierde, no se queda sólo en nuestra cabeza, sino que está “vivo” en algún lugar. Se crea un infinito mundo de posibilidades. Según la teoría del desdoblamiento del tiempo, nuestro yo futuro es capaz de conocer esas posibilidades. De hecho, hay muchos yoes que las están viviendo, pues en cada distinta dimensión estamos experimentando una realidad diferente o alternativa, fruto de los pensamientos que hemos tenido. Todo esto quedó demostrado hace mucho tiempo por la física cuántica, la cual afirma que nuestro pensamientos influyen en la realidad, y el “observador” altera lo observado. 
Jean-Pierre Garnier afirma que tenemos un yo corpuscular (hecho de carne, este que podemos ver, tocar, sentir con nuestras facultades físicas) y otro energético. Todas las partículas en el universo tienen su aspecto en forma de materia y en forma de “onda” o energía, y esto último puede materializarse en cualquier forma física. Y no olvidemos que nosotros estamos hechos de partículas…
Nuestros pensamientos se transportan por ondas que no tienen masa, son energía. Aquel que está desdoblado (nuestro yo “energético”) va a fabricar el futuro de aquel que está en un tiempo ralentizado (nuestro yo presente). Pero el observador que se encuentra en un tiempo acelerado, el observador número 2 (el futuro), también puede desdoblarse en un tiempo todavía más acelerado, y ese nuevo observador número 3 va a crear el futuro del número 2. Sin embargo, el observador número 1 (en el tiempo presente) puede tener respuestas a preguntas que nunca se han realizado, pues tiene intercambio de información mediante aperturas temporal imperceptibles con el observador número 3; esto puede avalar las famosas intuiciones, donde sabes qué responderle a alguien que aun no te ha formulado la pregunta. Todo esto quiere decir que mediante nuestros pensamientos nos desdoblamos a posibles futuros. El “yo” desdoblado, que se mueve a una velocidad muchísimo mayor, puede a su vez desdoblarse en otras múltiples opciones de futuro. Y tú, el observador número 1 en tu presente, estás en comunicación con todos tus yoes desdoblados, cada cual viviendo una de las infinitas posibilidades de futuro, y hay un intercambio de información con ellos. Esto avala que en lo que te estés centrado en tus pensamientos será algo así como el futuro que eliges, y será la información que se actualice en ti por el “yo” que ha vivido ese futuro.
De nuevo, una vez más, entra en juego el “eres lo que piensas“, que tan de moda y extendido se encuentra últimamente. Somos creadores de nuestra realidad, aunque a veces no nos guste pues nos pone en la clara posición de ser responsables de que lo malo que estamos viviendo es fruto de nuestra creación. Hay que entender que siempre vivimos lo que imaginamos. Existimos como observadores de nuestro propio universo, y eso no está sujeto a ningún dogma, aunque desde la antigüedad ha sido aplicado en distintas creencias o filosofías, como la metafísica. El único postulado que hay en esta teoría [el desdoblamiento del tiempo] es que yo soy un observador de mi universo. Tenemos un cuerpo que es como cualquier otra partícula, que es dual: corpuscular a la vez que ondulatorio. Tenemos un cuerpo energético que desdobla el cuerpo físico; realmente no es un doble, sino que desdobla un cuerpo y es ese cuerpo energético que va a buscar la información en tiempos diferentes y que nos aporta informaciones que nuestro cuerpo toma y que guardamos en el agua de nuestro cuerpo. Eso también es una regla, y hay que saber que si no tenemos información y no tenemos agua no podemos visitar un espacio. Los antiguos decían que si no tenemos agua y espíritu no podemos visitar un reino. La información y el espíritu, el reino y el espacio, hay tanto espacio desdoblado en el universo como estrellas en el cielo.
Ahora bien, ¿cómo podemos sacarle utilidad funcional a toda esta información? Si nosotros creamos un futuro con cada pensamiento que tenemos, y un “yo” nuestro energético, que vive en otra dimensión a una velocidad mucho mayor (por lo tanto, está mucho más adelantado en el tiempo) ya sabe las consecuencias de cada futuro creado con el pensamiento, ¿cómo podemos utilizar a nuestro doble para que nos entregue información sobre qué es lo mejor que podemos hacer para nosotros crear y vivir un futuro o vida que deseamos?
Práctica


Como se dijo anteriormente, nuestro doble habita en otra dimensión que funciona a una velocidad mucho mayor que la nuestra de este momento presente. Podríamos decir, por utilizar un ejemplo que no tiene por qué ser totalmente preciso, que un minuto en nuestra dimensión actual es, para el doble que vive en el futuro, algo así como un mes. La vibración es mucho más alta en su dimensión y el tiempo, al ser relativo, no es el mismo. Sin embargo, existe un momento donde nuestro doble puede comunicarse con nosotros, y es durante el sueño.
Existe una fase llamada sueño paradoxal o REM. En esos momentos es cuando nuestro cerebro mayor actividad tiene; si hemos visto a alguien dormido que está atravesando esa fase cuando lo observamos (también ocurre con las mascotas), podremos observar cómo sus ojos bajo los párpados se mueven rápidamente. En ese momento es cuando nuestro doble tiene acceso a nosotros, y nosotros a él. Nuestro doble accede a nuestra información (nuestro problema, aquello por lo que pedimos consejo o guía) ya que ésta se encuentra almacenada en el agua de nuestro cuerpo. ¿Y cómo nos comunicamos conscientemente con nuestro doble para expresarle nuestros problemas y que nos ayude en las soluciones, pues él conoce las distintas opciones futuras y sabe cómo proceder?
Justo cuando te vas a quedar dormido, en ese momento donde ya casi vas a perder la conciencia, has de exponerle a tu doble el problema sobre el cual deseas solución o inspiración. Has de hacerlo con todo lujo de detalles, describirle las circunstancias al completo pues él no sabe exactamente “dónde” estás, aunque haya visitado todos los futuros potenciales, conociendo miles y miles de diferentes opciones, de esta forma él podrá hacer una síntesis con toda la información y actualizarla en ti para darte la mejor de las soluciones. En la petición que hagas, tras describir el problema, pides una solución para el problema y para todos los implicados, la que mejor sea de todas las posible, y que sea actualizada en ti esa noche la solución al problema. La sensación que has de tener cuando te quedas dormido es de despreocupado y confiado (esto es muy importante, clave), teniendo la seguridad y certeza de que tu doble encontrará la solución para ti y el problema quedará solucionado. Durante el sueño, tu doble actualizará en ti (tu cuerpo, tu agua) la información requerida. Puedes despertar siendo una persona totalmente distinta; esto ha sido registrado en los casos de personas con remisiones espontáneas de enfermedad o curaciones milagrosas, que de un día para otro han sanado totalmente. O pasar un proceso de cuarentena donde la información funcional y útil te llegará por otras vías (señales).
Sobre un asunto o problema en concreto, sólo hay que pedirlo una vez, no hay que hacerlo cada noche. Tras esto, existe un periodo llamado “cuarentena”, lo cual significa que hay un periodo de equivalencias entre nuestro doble y nosotros mismos que puede llegar hasta cuarenta días para que los cambios, la materialización, se dé en nuestro plano.
En el periodo de cuarentena te puede llegar información en forma de intuición. Ésta puede venir de nuestro doble o de informaciones parasitarias. La forma de diferenciarlo es estar atento al estado en el cual te encuentras cuando recibes la intución. Si estás en un estado de benevolencia, positivo, bien o incluso neutro, viene del doble. Si estás negativo, entonces viene de una información parasitaria.
Si te vas a dormir con preocupaciones en la cabeza, ansiedad y demás, vas a tener problemas para contactar con el doble y lo harás con informaciones parasitarias. Cuando te despiertas cansado, que te gustaría dormir más, no ha habido contacto con el doble, sino con informaciones parasitarias.
La solución a los problemas puede llegar en forma de intuiciones. Tu doble no se puede comunicar contigo directamente, pero sí que puede enviarte información mediante otras vías; así que hay que estar muy atento a las señales.
Cada día puedes pedir algo diferente, pero lo aconsejable es hacer dos peticiones. La primera siempre es borrar todos los potenciales negativos que hayas creado a lo largo del día mediante pensamientos inconscientes y negativos, con una petición de este tipo: “cualquier potencial que yo haya creado en el día de hoy que no sea beneficioso para mí ni para nadie, por favor bórralo y actualízame, tráeme la información de los mejores potenciales“. Luego hacer la petición para ese día.
En lo que es nuestro día a día, debemos estar en un estado de benevolencia, que vaya un paso más del conocido “no hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti“, para estar en el “no pienses lo que te gustaría hacerle al otro lo que no te gustaría que el otro pensara hacerte a ti“. Si somos conscientes del potencial de nuestros pensamientos, y además sabemos que aquello que das, lo recibes multiplicado, hemos de ser muy cuidadosos respecto a lo que pensamos de los demás.
Cualquiera puede imaginar un potencial (pensamiento sobre el futuro) y luego basta con que se actualice en sí mismo. No hay que olvidar que vivimos en la fábula que imaginamos. Cualquier pensamiento fabrica futuro, ese futuro es sólo un potencial. Y puede ser actualizado por caulquiera bajo algunas condiciones (la práctica descrita anteriormente). Si quiero que todo vaya bien basta con pensar en hacer futuros agradables. Se puede decir que una ley científica conduce a otra ley científica, que obliga a pensar en hacer al prójimo lo que me gustaría que el prójimo pensara que me hiciera a mí. Es el único medio de tener un potencial común que permita vivir bien en comunidad.
Lo que pensamos es lo que va a ser vivido. O sea que más vale tener cuidado porque quien siembra vientos, cosecha tempestades. Entonces más vale sembrar tranquilidad, para cosechar tranquilidad. Si te imaginas un porvenir maravilloso vivirás la consecuencia de tu pensamiento. Tu porvenir será pues maravilloso.
Aconsejo buscar más información al respecto a todo aquel que le interese esta interesante teoría y, a la vez, práctica.

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