EL HOMBRE QUE SE HIZO MILLONARIO PUBLICANDO SUS VIDEOJUEGOS EN YOUTUBE
Hace una semana Felix Kjellberg colgó un vídeo en YouTube en el que se le ve jugando al “Goat Simulator”, un videojuego que consiste en ponerse en la piel de una cabra. En el video seguimos sus evoluciones en el juego mientras, en una pequeña pantalla, le vemos a él riéndose, gritando y haciendo comentaros sarcásticos. Siete días después, el clip acumula cerca de seis millones y medio de visionados.
Felix, más conocido por su alter-ego PewDiePie, tiene 24 años y el canal de YouTube con más suscriptores del mundo. El pasado 15 de marzo llegó a los 25 millones de seguidores. Menos de un mes después, va camino de los 26. Para poner en perspectiva estas cifras, Rihanna tiene 12 millones de suscriptores y Miley Cyrus, 6.
Felix no es una estrella del pop. Tampoco da consejos sobre maquillaje. Felix se graba jugando a videojuegos y postea los videos. Entre medias grita, hace bromas tontas y se ríe a carcajadas. Es decir, actúa como si estuviese jugando con sus colegas. Pero sus partidas son vistas por decenas de millones de personas.
Vivir jugando

PewDiePie es la gran estrella del Let’s Play, un fenómeno que consiste justamente en eso: personas grabándose jugando a videojuegos y haciendo comentarios, normalmente sarcásticos y humorísticos, sobre la marcha. Los Let’s Play no son exactamente críticas de videojuegos, ni guías de estrategia destinadas a ayudar a superar niveles, sino que se centran en la experiencia subjetiva del usuario.
Puede sonar extraño que haya gente que se divierta viendo cómo desconocidos juegan a un videojuego, pero los Let’s Play son cada vez más populares. En una página de Wikia que lista cerca de 1.000 cuentas de Let’s Players, resulta que las cinco cuentas más seguidas suman 47 millones de suscripciones: la misma población que España.
La explicación más sencilla del fenómeno es que hay gente a la que le gustan tanto los videojuegos que se divierte viendo jugar a los demás. Pero los Let’s Players no se mueven únicamente por el amor a los videojuegos. Muchos aspiran a ganarse la vida con ello.
PewDiePie ya lo hace. Según Social Blade, una suerte de auditoría de canales de YouTube, sus ingresos mensuales oscilan entre los 100.000 y los 870.000 euros, dependiendo de las visitas que obtenga ese mes. Esto significa que puede ganar entre uno y ocho millones de euros al año. Solo jugando a videojuegos y haciendo el tonto en YouTube.
Ganarse la vida con esta clase de videos sonaba a entelequia antes de que YouTube lanzara su Partner Program en 2007. A través del programa, el propietario de un canal puede obtener una parte de los beneficios que genera la publicidad en la web. El sistema Google AdSense incluye anuncios segmentados en los vídeos, y el usuario se lleva un 55 por ciento de los ingresos publicitarios que reporten. La cantidad final depende del número de visionados, el tipo de anuncio y las veces que éste aparece en el vídeo. Unos pocos centenares de views dan calderilla; millones de visionados al mes pueden convertirse en un negocio muy rentable.
El nuevo orden mediático
El canal de PewDiePie genera más visitas mensuales que los de BBC, NBA, National Geographic y Factor X juntos. YouTube, además de nuevas posibilidades de negocio, está generando sus propias estrellas alternativas.
¿Pero qué tienen sus vídeos para atraer semejante tráfico?
Aparentemente, ni él mismo lo sabe. “El típico vídeo de PewDiePie tiene, literalmente, cero sustancia. Simplemente me levanto por la mañana, me filmo a mi mismo jugando a un videojuego, tomo drogas y me voy a dormir. Y así cada día”, explicaba en una entrevista con Play4Real.
Como Elrubius en nuestro país, PewDiePie ha hecho de la procrastinación su medio de vida.
El único secreto para lograrlo es conectar con tu audiencia. Si Elrubius “no es un chav, pero tampoco un moderno” (es decir, como el grueso de la juventud española), PewDiePie es —como el cómico de Vine Logan Paul— una suerte de héroe bro. Un bro es el equivalente anglosajón del perfil que representa Elrubius en España: universitarios, normalmente estudiantes de empresariales o ingenierías, cuyos únicos intereses son las chicas, la cerveza y pasarlo bien con los colegas.
Aunque la especialidad de PewDiePie son los Let’s Play, también cuelga vídeos en donde recita monólogos absurdos, canta rematadamente mal o contesta las preguntas de sus followers en Twitter. En ocasiones, su novia, conocida en la red como CutiePieMarzia, coprotagoniza los gags. Este vídeo en el que se les ve jugando a cartas acumula 11 millones de visionados:
Buscar una explicación lógica a su éxito parece complicado, aunque probablemente sea a causa de los mismos mecanismos de fascinación que nos llevan a admirar las celebridades: históricamente para ser famoso debías acreditar un talento o mérito especial, pero la era de la información nos trajo la figura del famoso por ser famoso. Ahora, el advenimiento del Internet social ha propiciado una nueva paradoja. Es decir, ser famoso por ser un tipo del montón.

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