EL MISTERIO DE LOS QUE TOMAN NOTAS ALREDEDOR DE KIM JONG-un
Corea del Norte despierta en el pensamiento colectivo, tantos escalofríos como burlas. Las noticias que desde allí nos llegan nos hablan de disidencias fulminadas a golpe de lanzallamas y de una población manipulada hasta lo enfermizo: en aquel país, tan normal es crecer pensando que el líder supremo es un dios que puede leerte el pensamiento como formar parte de una teatralizada histeria colectiva para honrar la muerte del líder supremo.
El oscurantismo con el que el régimen despacha sus asuntos genera una creciente y malsana curiosidad en el resto del planeta; así, se ha convertido en tendencia para los medios internacionales recoger y difundir cada una de las excentricidades que rodean a Kim Jong-un, convirtiendo aquello en una suerte de circo de los horrores.
La última de las exóticas rarezas del amado líder la hemos conocido gracias a un paquete de fotos publicado por la Agencia Central de Noticias norcoreana, en las que observamos una extraña coincidencia:¿por qué aparece Kim Jong-un rodeado siempre por varios hombres que anotan cosas en una libreta?
En las imágenes, Kim pasea por un puerto pesquero, revisa las instalaciones de un renovado campamento infantil… y a su alrededor, siempre aparecen unos cuantos uniformados libreta en mano, tomando apuntes. No son periodistas; no están realizando la cobertura oficialista de la agenda del líder. Son, en realidad, miembros del partido oficial o funcionarios del gobierno, cuya misión es recoger cada comentario, broma, pensamiento u ocurrencia que pronuncie: sus ideas y consejos guiarán e iluminarán al pueblo sobre los asuntos más nimios. Ninguna de sus palabras debe llevársela el viento.
En realidad, esta práctica la inició el abuelo de Kim Jong-un en la década de los 50. Por ejemplo, tras una visita de Kim Il-Sung a un puerto pesquero, los organismos de propaganda del régimen informaron de lo siguiente: “Observando un camión en funcionamiento, el presidente dijo que la parte de atrás del camión parecía pequeña comparada con la capacidad del motor. Sugirió alargar la cama del camión, con lo que su capacidad de carga pasó de 800 kilos a dos toneladas. Como resultado, 20 camiones podían transportar lo que antes cargaban 50 camiones”. ¿Realmente sucedió así? Probablemente no, pero nadie en su sano juicio cuestionaría la sabiduría del máximo mandatario norcoreano.
Propaganda pueril
No parece difícil intuir que lo que se pretende con esta cohorte de apuntadores es potenciar la imagen que le quieren atribuir de sabio absoluto a Kim Jong-un, «una luminaria cuyas apreciaciones deben ser registradas para la posteridad». Mientras el resto de países nos limitamos a recopilar, la lista de excentricidades del líder, la población norcoreana se dibuja en nuestra imaginación como una masa infantilizada que traga con todo y asume su condición. Y sin embargo, ¿cuántas mentes lúcidas y críticas estarán encerradas de por vida tras una sonrisa de sumisión?
Porque, al fin y al cabo, ¿quién iba a atreverse a no reírle las bromas al jefe?
Vía: Playground