ESTABA EN MI DESTINO VER «LOS ANGELES DEL DESTINO»
Desde que vi el trailer y sobretodo el tema que trataba(la discusión y conflicto entre el Destino y el Libre Albedrío) isofacto quise ir a ver este largo. Y aunque ayer mis expectativas no se cumplieron del todo, dejando un fuerte sin sabor y vacío porque se pudo exprimir mucho más la temática además de la incorrecta actitud facilista por parte del cineasta en algunos puntos de la película,como en el comienzo en que se utilizan de mala manera y a mi parecer forzosa los flashbacks donde se cuenta la carrera política del protagonista pudiendo aprovechar este aspecto para sacar a relucir la personalidad del personaje y el beso simplón que lo soluciona todo al final del filme,hay un ángulo del tema planteado que me dejó pensando y que contribuye a que Los Agentes del Destino sea un largometraje digno de ver.
Pero antes de exponer estos puntos, una breve sinopsis:
«David Norris es un joven aspirante a senador que resumiéndolo rápido: Por un lado pierde unas elecciones, se enamora de una desconocida a la que, en principio no volverá a ver, y, sobre todo, descubre a unos extraños individuos(Los Agentes del Destino), que parecen sacados de “Mad Men”, trasteando en los cerebros ajenos y manipulando a su antojo todo alrededor(sobre todo puertas). Se trata de una organización más o menos metafísica cuya labor consiste en ajustar las vidas de las personas para que éstas sigan el plan previsto por “el director” que a mi manera de ver se trata de Dios».
Hecha la presentación, vamos a la argumentación. La parte de esta temática que se quedó retumbando en mi azotea es la que plantea al final de la cinta, el personaje de Harry Mitchell,agente del destino que siempre estuvo al tanto de la vida de David Norris,que por cierto está como me lo ha recetado el doctor(jajaa). Harry nos dice que hay personas que se atreven y tienen el valor de ir a ir más allá de lo que les traza el destino, es decir hacen valer su libre albedrío.
En momentos pasados de mi vida hubiera avalado esta idea, pero no en vano los años pasan y pesan, y creo que lo que pesa tanto es la razón que de un porrazo Dios nos da. Razón que hace ocultar y pasar a un segundo plano esa rebeldía de adolescentes que también sirven pues de tropiezos se aprende. Pero a lo que voy es que Dios siempre tiene un plan maestro para nosotros y sabe muy bien porqué hace las cosas aunque al principio renegemos de lo que pasó y no comprendamos por qué fue. Hasta enero del año pasado, siempre quería contradecir a Dios en algunas cosas que me pasaban hasta que como dicen: la letra con sangre entra y entró ya que hoy veo con claridad de las que me salvó Dios haciendo que me convenza que me ama pues si no tuve esas cosas que quise antes fue porque merezco mucho más y es que «lo mejor siempre espera adelante».
A parte de este tema que nos hace deternos por un momento para ponernos a pensar en lo importante que son nuestras deciones en la vida, hay notas muy rescatables en «Los Agentes del Destino»,como las excelentes actuaciones de todo el reparto además de la unidad y coherencia de la cinta,que más que del guionista y novel director George Nolfi, proviene de un cuento del célebre escritor estadounidense y uno de mis favoritos, el gran Philip K. Dick, autor que supo crear joyas literarias que dieron pie a la inspiración de unos magníficos relatos de ciencia ficción (Blade Runner, Minority report, Una mirada en la oscuridad), que además de ser imaginativos y envolventes, también están siempre provistos de un trasfondo de reflexión sobre la sociedad y la naturaleza humana.
La conclusión a la que me ayuda a llegar esta película es que nosotros tenemos la libertad de tomar nuestras propias decisiones que en reiteradas ocasiones no son fáciles, porque no todo está en blanco y negro, generalmente hay matices y variantes. Pero para estas decisiones siempre es bueno consultar a Dios para que nos guíe.