ESTUDIO SEÑALA RELACIÓN ENTRE ESQUIZOFRENIA Y LOS ESCRITORES


Las personas dedicadas a profesiones creativas son tratadas más a menudo por enfermedades mentales que la población general, y la relación entre este tipo de trastornos y la creatividad es especialmente frecuente en el caso de la esquizofrenia y la escritura. 

Esto es lo que ha revelado una investigación a gran escala sobre enfermedades mentales y profesiones creativas realizada por científicos del Instituto Karolinska de Suecia. 


Hace dos años atrás, este mismo equipo demostró que artistas y científicos eran más comunes en familias con historiales de trastorno bipolar y esquizofrenia. 

Más de un millón de personas estudiadas 
Para ello, los científicos extendieron su análisis a muchos más diagnósticos psiquiátricos, como el trastorno equizoafectivo (caracterizado por episodios recurrentes de trastorno del ánimo y psicosis), la depresión, el síndrome de ansiedad, el abuso del alcohol y las drogas, el autismo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TADH, la anorexia nerviosa y el suicidio. 
Además, en este caso, los investigadores incluyeron a personas que recibían asistencia ambulatoria, y no sólo a individuos hospitalizados. En total, fueron estudiados 1,2 millones de pacientes y sus familiares, identificados hasta un nivel de parentesco de primo segundo.

Dado que todos estos datos fueron contrastados con grupos de control de individuos sanos, el estudio incorporó en total a gran parte de la población sueca de las décadas más recientes. Todos los datos han permanecido en el anonimato y no pueden ser relacionados con ningún individuo concreto.
El estudio incorporó en total a gran parte de la población sueca de las décadas más recientes.
Resultados obtenidos 
Los resultados obtenidos a raíz de los análisis confirmaron lo ya revelado por estudios previos: que cierta enfermedad mental – el trastorno bipolar – es más prevalente entre las personas con profesiones artísticas o científicas, como bailarines, investigadores, fotógrafos o escritores. 
Por otra parte, el estudio reveló que los escritores son más propicios que la población general a sufrir enfermedades psiquiátricas (incluida la esquizofrenia, la depresión, el síndrome de ansiedad y el abuso de sustancias), así como casi un 50% más propensos a suicidarse. 
En cuanto a los familiares de individuos con algún trastorno mental, los investigadores observaron que las profesiones creativas eran más comunes entre los parientes de pacientes con esquizofrenia, trastorno bipolar, anorexia nerviosa y, hasta cierto grado, de autismo. 
Según uno de los co-autores del estudio, Simon Kyaga, del Departamento de epidemiología médica y bioestadística del Karolinska Institutet, estos resultados llevan a reconsiderar los métodos de tratamiento de las enfermedades mentales. 
“Si tenemos en cuenta que ciertos fenómenos asociados con la enfermedad de los pacientes son beneficiosos, se abre una nueva vía de tratamiento”, afirma y añade: “En estos casos, doctor y paciente deben llegar a un acuerdo sobre qué debe ser tratado y a qué precio”. 
Este método contrastaría con los aplicados en la actualidad, ya que “en psiquiatría y medicina en general existe la tradición de entender la enfermedad en términos de “blanco o negro”, y de esforzarse por tratar al paciente mediante la eliminación de cualquier factor contemplado como insano”, explica Kyagan. 

Una similitud neuronal 
En 2010, otro grupo de científicos de este mismo Instituto sueco encontró una relación entre la creatividad y la salud mental, en este caso a nivel cerebral. Dicha relación apareció explicada con detalle en un artículo publicado entonces por PlosOne. 
Lo que los investigadores constataron en aquel caso es que existen ciertas similitudes entre el nivel de receptores de una hormona neurotransmisora llamada dopamina en el cerebro de las personas más creativas y en el de los esquizofrénicos, concretamente dentro de un área cerebral conocida como tálamo, que se encarga de filtrar la información de los estímulos en su camino hacia el córtex cerebral. 
Dicha similitud consiste en una escasez de receptores de dopamina D2 en el tálamo tanto en personas creativas como en esquizofrénicos, lo que probablemente signifique un grado menor de filtración de señales y, en consecuencia, un flujo mayor de información desde el tálamo hasta el cortex cerebral. 
Para la gente creativa y mentalmente sana, esta condición supone “ver” numerosas conexiones poco comunes de ideas, en situaciones en las que se requiera resolver un problema. En el caso de las personas con algún trastorno mental, la misma condición provocaría relaciones extravagantes de ideas, según los científicos.
Vale aclarar que el estudio puede ser un poco segmentado. Los resultados son los que son porque estas enfermedades mentales lo que hacen, entre otras cosas, es eliminar inhibiciones y límites que el resto de personas tienen que eliminar mediante técnicas concretas.
Es decir, ser creativo no implica tener más posibilidad de padecer alguna de estas enfermedades, en cambio, padecer alguna de estas enfermedades sí hace que, con más frecuencia, se sea una persona creativa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: ¡¡El contenido está protegido!!
Está página web utiliza cookies    Más información
Privacidad