JACEK YERKA, HEREDERO DEL SURREALISMO
Tal vez unos lo conozcan, tal vez otros no pero si de arte y cultura se trata, Jacek Yerka, es una referencia obligatoria de la cual hablar en este blog. A parte de Salvador Dalí que me fascina, Yerka es un pintor surrealista del cual tenemos que hacer una parada en su obra artística.
Este polaco nacido en 1952, estudió bellas artes y se dedicó a hacer pinturas en las cuales incluye animales extraños y paisajes caprichosos. Básicamente lo que él hace es imaginarse esos mundos rompiendo gravedad y naturalezas para relacionar unas imágenes con otras.
¿Pero cómo pinta Jacek Yerka?
En el texto traducido de su web, el artista dice lo siguiente:
“Hacer una pintura no es una cosa fácil.
Todo comienza en la cabeza y por medio de la mano izquierda y un lápiz 2B suave bocetando la idea en el cuaderno en forma de dibujos con tamaño de pocas pulgadas.
Si la idea es digna de ser desarrollada, entonces se colorea con lápices de colores, algunos detalles se añaden y todo está en el borrador en papel de buena calidad de tamaño 14 x 11,5 cm con colores plenos.
Este proyecto se presenta al jurado familiar (mi esposa y mis 4 hijas), que en la mayoría de los casos, emiten la sentencia de rechazo, acompañado de los comentarios amargos y negligente. Por lo general, ese veredicto es seguido por la tensión de la familia innecesarias y portazos.
En la siguiente etapa, los proyectos ganan madurez, situado bajo las viejas cuentas u otros diseños. Si en el segundo enfoque, por lo general después de algunas semanas, el veredicto se mantiene sin cambios, el proyecto acaba su vida en mis archivos, o bien, puede llegar a ser vendidos a coleccionistas.
Pero en la mayoría de los casos, una de mis hijas, que tiene misericordia sobre mi trabajo, expresa su interés de mala gana en el proyecto rechazado anteriormente – en esos minutos el proyecto cambia de estado hacia el prometedor proyecto y sirve como base para el dibujo en pasteles, en el tamaño de 60×48 cm.
El pastel es ya una forma que pueda ser presentada al mundo, y considerado como pieza terminada y de arte. Para mí, sin embargo, es sólo una forma del proyecto desarrollado, donde se presentó la idea en el régimen general.
Por lo tanto, los pasteles sirven como boceto para hacer después las pinturas acrílicas sobre lienzo. Sólo con una brocha y pintura, soy capaz de mostrar todos los matices de color y efectos visuales, dando lugar a la presentación plena y completa del concepto de trabajo, perfecto en su forma y contenido.”