JOSE SORIANO: EL PIONERO DEL INTERNET EN PERU

Soriano también fue el principal promotor del concepto de «cabinas públicas» para acceso compartido a Internet en nuestro país. Este concepto luego evolucionó y dio origen a los telecentros.
Si nos remontamos más de veinte años y hacemos un repaso de lo que José Soriano hizo para la difusión del Internet en el Perú, podemos decir que él conformó una asociación de 43 instituciones que iniciaron el uso del correo electrónico en 1991. Con José nuestro país se anticipó al resto de países latinoamericanos en la producción de contenidos en la web, el uso de listas de discusión (listas de interés), la cantidad de usuarios individuales, los precios más bajos para el acceso, pero, sobretodo, se diferenció de todos al promover el modelo de cabinas públicas. El proyecto se llamó La Red Científica Peruana – RCP y fue el primer proveedor de internet en el Perú y el referente latinoamericano de las tecnologías de la información para el desarrollo.

El enemigo público de la Red Científica Peruana en los noventa fue Telefónica, acostumbrada a operar en condiciones de monopolio. No sólo incidía a su favor en las regulaciones públicas y hacía competencia desleal, también cortaba las líneas de acceso telefónico y ofrecía puestos y muy buenos sueldos al personal de la Red. Soriano se convirtió en su principal enemigo y, vaya métodos, intentaron comprarlo ofreciéndole miles de dólares y un puesto en el Brasil. No aceptó.
En 1993 al escuchar a José Soriano había que decidir si creer en su visión y arriesgarse o dar media vuelta. Muchos hicieron lo segundo, lo cual puede ser entendible en el Perú de esos años. Imagina que estás en los 90s y alguien te dice: “… y de esa forma habrá miles de cabinas públicas con miles de peruanos utilizándolas” o “…y el Perú será el centro tecnológico del internet latinoamericano!”. Había que creer que los peruanos éramos capaces de liderar algo, de innovar. Todo un reto para la época. José también sostenía que había que diseñar páginas web personales que permitieran una fácil publicación de artículos, que eso generaría una gran interactividad y producción de información. Él las llamaba “pizarras” -de hecho era malo para bautizar productos- pero ahora son conocidos como los populares «blogs».