LA BELLA Y LA BESTIA EN LA HISTORIA DEL HOMBRE
Los orígenes de la historia de «La Bella y la Bestia» se remontan a la mitología griega, concretamente a uno de sus mitos más irreverentes, el de la historia de amor entre Pasífae y el toro blanco, que daría lugar al espeluznante Minotauro. Para poder unirse con el espectacular toro, Pasífae mandó construir una vaca para introducirse en ella y así ser eyaculada por el animal. Zoofilia pura en los cimientos de nuestra civilización.
Tim Burton también bebió de «La Bella y la Bestia» para una de sus mejores películas «El joven manos de tijeras» (1992):
En 1900, el pintor inglés Walter Crane también adaptó la clásica historia al lienzo:
El «Drácula» de Coppola (1992) le debe mucho a la historia de amor entre la bella y la bestia: