LOS MEJORES ESCRITORES DE TERROR DE LA HISTORIA

1. Edgar Allan Poe. En sus historias de terror hay grandes monstruos, grandes diablos, grandes males… pero todos estos grandes males están sobre todo ubicados en un determinado lugar: la mente humana. Poe saca los monstruos de fuera, de los castillos, de los bosques oscuros… Y los mete en la propia psique del hombre. Realmente Sthepen King continúa la “psicologízación” que ya empezase Poe. A partir de entonces ya no nos daría tanto miedo esa aparición fantasmal, ese demonio de ultratumba… En cambio, los propios miedos que nos acosan en esas noches de borrasca, son sugeridos por un chirriar de visagra a lo lejos; por un extraño y lejano maullido de un gato que no debería de estar ahí. Pero estos acontecimientos “externos” sólo son el preludio del verdadero despertar de los demonios de la humanidad que estuvieron siempre en gran parte en su propia mente cruel.

2. Howard Phillips Lovecraft: La apoteósica visión plástica de la humanidad de este genio de Providence, en el estado de Rhode Island (no nos perdonaría si no lo dijésemos…), es una de las mayores que ha creado jamás el espíritu humano. Diríamos que la mayor, al meter en su espectacular mitología elementos tan poderosos como la cosmología hindú; la física clásica y la astronomía clásica; la física cuántica con su nueva visión del universo y del mundo; las mitologías germánicas, griegas; las filosofías de Nietzsche y demás grandes pensadores occidentales… Si en Poe los grandes demonios de la humanidad son los propios fantasmas interiores del cerebro humano; en Lovecraft esto sigue siendo así en parte. Pero a su vez, Lovecraft “proyecta” esos grandes demonios y dioses del espíritu humano en el exterior. Así creó divinidades y diablos como Cthulhu, de un tamaño de decenas de kilómetros de altura y de anchura. Y Cthulhu ni por asomo es el más grande dios-demonio: de echo, todo lo que conocemos está contenido dentro de alguno de estos gigantes apoteósicos, de alguna manera todos nosotros pertenecemos a alguno de estos seres cósmicos y somos sólo una parte de él.

Lovercraft llevó el terror a su versión más materialista, a esa eterna lucha entre contrarios que se representan en la lucha entre sus particulares dioses-demonios que es eterna, que nunca termina… Ellos se enfrentan entre ellos, los hombres sólo somos meras cucarachas al lado de estos gigantes que son de donde emanan todas las fuerzas que modelan nuestras vidas, nuestras pasiones, nuestros instintos… Estos seres son materia; pero también son entidad. Hasta el propio tiempo y el propio espacio que corta nuestras vidas son parte de la entidad y de la materia de algunas de estos dioses, siempre olvidados; pero siempre acechando con envolverlo todo en un nuevo cataclismo cósmico.
La influencia de Lovecraft es absoluta y muy superior a la de nuestros demás genios: desde videojuegos de terror como Resident Evil, Silent Hill, Alone in the Dark, y sus correspondientes adaptaciones al cine (y plagios); hasta sagas cinematográficas como Alien, Depredador, La Cosa,… Siempre es la misma idea: esa gran bestia medio biológica medio fantasmal que nos acecha, y que llegado el momento volverá de nuevo entre abominables formas al mundo para reclamar ante el aparentemente débil adversario humano su territorio, que será devuelto al caos primigenio; o quizás sea campo de batalla entre dos frentes de ancestrales bestias que se disputarán toda la realidad material o espiritual.
El hombre queda en el medio de este enfrentamiento cósmico. Quizás nos podamos salvar de los zombies del “Resident Evil”; pero parece que la humanidad como un todo nada tiene que hacer ante estos adversarios tan formidables. Aunque quizás podamos pactar con alguno de estos formidables dioses y así afrontar el azote del caos. El mundo de Lovecraft es tan infinito, que su obra ha sido continuada por innumerables escritores que han usado y reformado esta apoteósica mitología de terror. Es un filón enorme para todos esos escritores de terror que además se apasionan por el destino del hombre, por sus monstruos internos y externos, por su posible evolución quizás hasta convertirnos en meros siervos del gigantesco y abominable Cthulhu, que retornará con su figura de decenas de kilómetros de alto, abriéndose paso a través de una playa a lo lejos, ante la atónica mirada de todos los que paseaban tranquilamente por la cálida arena.
3. Bram Stoker. Podemos considerar a Bram Stoker, creador de la novela Drácula sobre todo, como el representante en nuestra lista del “terror clásico”, de fantasmas, de vampiros, de anticristos que son la réplica diabólica al advenimiento de Jesucristo. Situándose en la típicametafísica cristiana de lucha entre el bien y el mal, Stoker crea en Drácula una especie de evangelio satánico, o biblia del anticristo. Así, Drácula, ese organismo congelado que es heredero de un viejo rey medieval que gobernó en Transilvania, prepara su peculiar “advenimiento” que es su movimiento táctico ante la primera reencarnación de Dios en la figura humana de Jesús de Nazaret. Y exactamente igual que Dios tiene sus espíritus benignos, sus ángeles… y demás, Drácula también viene provisto de su legión de vampiras, de lobos embrujados, de servidores de todos los tipos pero con una maldad siempre insuperable… Por supuesto si el amor es la forma que tiene Cristo y Dios por medio de Cristo intenta extender su reino sobre la Tierra; Drácula no puede encontrar otra forma para intentar extender su reino de terror que el deseo, deseo de sangre ajena, deseo de conquistar cuerpos ajenos para su propio goce eterno…
4. Mary Shelley. Comúnmente la lectura de la obra más famosa de Mary Shelley, Frankenstein,decepciona… Independientemente de que como escritora pura y dura, Mary Shelley podría haber sido mejor, creó una de las grandes temáticas que han influenciado decisivamente la novela y el cine de terror en nuestros tiempos: el terror tecnológico. No sólo nos dan miedo las viejas historias de fantasmas, de espíritus, de monstruos legendarios… La tecnología humana, y la posible existencia de razas alienígenas con tecnología propia, han disparado en muchas mentes insinuaciones de que lo más brutal y terrorífico puede surgir de estos entramados a medio camino entre la tecnología y la propia carne biológica, o bien humana o bien extraterrestre. Así, grandes sagas como Terminator, Matrix, Depredador, … están inspiradas por esta idea de mezclar la carne de la vida con la electricidad y la electrónica de la más alta tecnología.
5. Stephen King. Uno de los grandes “psicologizadores” del género de terror. Cambió un poco el chip del género, no todo es terror externo: nuestros propios monstruos internos también nos amedrentan en las noches de tormenta. Pero aún así, King creó una buena sarta de monstruos que en teoría están fuera de nosotros, como los fantasmas de “El Resplandor”, como “la cosa” de “It”…

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