MI AMADA «LENORE»


Roman Dirge, reúne en su obra «Lenore» a dos maestros, cada uno en su rubro; maestros que admiro profundamente. El primero es el majestuoso y talentoso Edgar Allan Poe quien presta sus versos a Dirge para su introducción y justamente son aquellos versos los que inmortalizaron para siempre a su Lenore.

Le sigue la posta, el magistral cineasta Tim Burton, quien a su vez es un ilustre discípulo de Edward Gorey, la máxima influencia de Roman Dirge en «Lenore». Y es que Tim Burton deja ver lo aprendido por Gorey en cortos como «Vincent», donde refleja esa infausta melancolía que Edward imprime a plumilla en «La Niña Desdichada» o «Los Pequeñines Macabros»; introduciéndonos poco a poco en sus góticas visiones de la realidad. Sin embargo es Roman Dirge quien canibaliza sin mayores pretensiones el entretenimiento extraño y claroscuro del universo que Gorey simboliza. 

Lo curioso y bueno de «Lenore» es que recién en el capítulo dos (pág. 33) del comic se desvela la naturaleza de nuestra protagonista en una divertida y a la vez emotiva historia, en la que también se trasluce el vínculo que la une a Mr. Gosh. Anécdota que insufla en nuestro corazón una pequeña lagrimita y sitúa al lado de tu alma la conciencia de la adorable Lenore. Su presunta inocente crueldad ha sido inoculada en nuestras mentes gota a gota, con una majestuosa sobriedad; que reparte codo a codo con relatos como el de «Sollent Green». Después del conejito Fufú comienzas a entenderlo y con el magistral «El Hombre Torcido» las piezas acaban de ocupar su lugar en este puzzle de símbolos, metáforas y moralejas. 

La influencia de Edward Gorey en Roman Dirge es evidente y notoria. Ya que si bien Tim Burton también sucumbió al trágico romanticismo victoriano, a ese sinsentido basado en lo grotesco que Gorey escenifica en sus obras, es Dirge quien en historias como «Sollent Green», «El Hombre Torcido» o «El Niño Que Tenía El Corazón En Una Caja» logra emular a la perfección ese ácido surrealismo que impregna todo el trabajo de Gorey.

Pero Dirge le da un trastoque a lo realizado por Gorey aportando un enfoque antagónico a esos dramáticos finales que sufren los niños que Edward hace aparecer en sus historias, donde un destino ineludible acaba casi siempre con sus vidas.Roman Dirge le saca la vuelta a Gorey y propone un sarcástico reencuentro con la existencia, reflejando en la muerte de su niña una retorcida visión de la realidad, porque: ¿acaso reside una verdadera maldad en los actos de Lenore? 
Y si queremos resumir en una sola palabra lo trabajado por Dirge en «Lenore» podemos concluir que es diversión. Alegría pura que se denota en «El Monstruo Del reloj De Cuco», «La Arañita Chiquitita», «Kitty # 46», «La Magdalena Mágica», donde se alterna la ácida hilaridad con el surrealismo más absoluto de «Atormentado» o «Disecar Animalitos». Un humor negro y muy particular como «El Retorno De Mr.Gosh», «Churro, Media Manga, Mangotero» o «Un Juguete Nuevo».Asimismo se deja entrever la paranoia en «La Bola De Pelos» y «Recuerdos De Infancia».


El primer volumen de «Lenore» es una clara demostración que podemos reír,sentir y hasta tomar lecciones de la vida en una sola obra.

En algún momento se planteó la posibilidad de realizar una película o una serie, pero el guión núnca fue aprobado por Dirge y el contrato con Sony expiró.

Aquí encontraran un tráiler, de Tasha Dabek, con Avalon Robbins como Lenore, que nos puede dar una idea de cómo pudo haber sido la película o serie.

Hay otros trabajos audiovisuales, inspirados en la Leonore de Poe, en la Dirge o en el concepto de la ternura macabra de las infantas no muertas, pero lo cierto es que Leonore, La Hermosa Niña Muerta, se ha convertido en un culto difícil de superar. 

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